Carta de Los Reyes Magos

Carta de Los Reyes Magos

Querida Oriana:

Nosotros, Los Reyes Magos, recibimos cada año millones de cartas; también agua y pasto para nuestros viejos y fatigados camellos. Mientras ellos descansan buscamos en nuestras enormes bolsas para tratar de cumplir con los pedidos. Entonces dejamos los regalos al lado de los expectantes zapatitos de los niños, y a veces de algunos mayores. En ciertas casas, además de los juguetes, libros, bicicletas, piscinas, juegos de playa, ropa y otros regalitos, también dejamos poemas o cartas.

Porque a algunos de esos niños, los conocemos muy bien.

Oriana es especial. Inteligente y compradora. Graciosa, dinámica, soñadora; es como un torbellino, un huracancito que mueve todo lo que la rodea. Protege a su hermanito y casi siempre sonríe.

Observa lo que pasa a su alrededor y se mete, en el buen sentido, en la vida y el corazón de las personas. A veces se encapricha un poquito, pero porque es sólo una niña pequeña. Estamos al tanto que la mayoría de las veces se porta bien.

A pesar de sus cortos años, es una niña muy coqueta; sabe bailar, le gusta actuar..
Es como una princesita delicada y feliz; es “Chuchú”, la princesa de papá.
Es una niña con suerte: ella ya tiene un regalo que si bien todavía no sabe apreciar, le va a durar toda la vida: el talento y el ejemplo de responsabilidad, trabajo y amor que recibe.
Le escribimos esto para que este año vaya aprendiendo a ver cuántas cosas buenas tiene; para ofrecer y para agradecer.
Oriana es especial, aunque todavía no lo sabe. Con el tiempo lo entenderá y valorará.

Estas cartas las escribimos para unos pocos niños, para decirles que disfruten sus juguetes y vean que también hay regalos que no los tenemos en una bolsa ni los dejamos al lado de los zapatitos.

Con cariño, Melchor, Gaspar y Baltazar
(en vísperas del 6 de enero de 2008)