Hay ocasiones en las que palabras apropiadas provocan un efecto mágico,
logran cambios de actitud, hacen aflorar emociones.

De eso se trata este blog: de convertir ideas en escritos, sueños
en palabras y envolverlos "para llevar"
.

miércoles, 6 de abril de 2011

Tengo el poder

(para el amigo)


Tengo el poder

de decirle a mi mano que acaricie o golpee.

Que se empuñe o se extienda.


Tengo el poder

de decirle a mis pies que se queden o anden.

Que no se detengan.


Tengo el poder

de decirle a mi cabeza que se baje o se yerga.

Que se enfrente.


Tengo el poder

de decirle a mis ojos que vean o se cierren.

Que la luz no los ciegue.


Tengo el poder

de decirle a mi alma que se aquiete o que vuele.

Que el dolor no la frene.


Tengo el poder

de decirme a mi misma que me vaya o me quede.


Y elegí, di la orden:

que mi mano se extienda, acaricie.

Que caminen mis pies.

Con la frente bien alta,

la cabeza erguida.

Con mis ojos abiertos,

con la luz encendida.

Preparada ya el alma

a enfrentar lo que viene

decidí estar aquí.

Y aquí me tienes. 

1 comentario:

Elizabeth dijo...

Tienes un poder que usaste muy bien y te permitió seguir hacia adelante!!!!!!!!!Nunca bajes la cabeza ni le digas a tus pies que se detengan, siempre extiende tu mano y mantén tus ojos abiertos a la luz de la vida.