Regalo de Nacimiento:

Una historia de Vida

Cuando estaba en un lugar, con otras almas, pugnando por existir, conocí alguien muy bueno: me dijo que se llamaba Vida.

Y la Vida me mostró que es sabia, y que puede ser muy generosa.

Me contó que entre muchas parejas que se aman con entrega, con ilusiones, que comparten sueños, voluntades, esfuerzos, que tienen belleza interior, y sobre todo mucha capacidad para amar, tiene entre sus privilegiados, sus preferidos, a Jorge y Caro.

Me contó que los hizo encontrarse, que se reconocieron y unieron, y que a pesar de tenerse mutuamente a ellos les faltaba algo, así que los eligió para regalarme y regalármelos.

Porque ellos estaban reservados para mí, para amarme, recibirme con toda su ilusión y la promesa de cuidarme, respetarme y hacerme feliz.

Por ahora soy solo como un juguete, una muñequita que les quita el sueño, les derrite el corazón cuando abro mis ojazos espectaculares. Se preguntan si seré tan rebelde como los dos remolinos de mi cabello, y se prometen que harán lo que sea para que esa sonrisita mía que los embelesa cada vez más frecuentemente esté siempre presente en mí.

Vida me dijo que me va a gustar lo que voy a ser, y que Jorge y Caro estarán siempre para apoyarme, protegerme y mostrarme el camino que deba seguir. Al principio de la manito y después, poquito a poco, me enseñarán a encontrar mi propio lugarcito en el mundo.

Vida me dijo que me voy a llamar Federica, y que posiblemente me digan Fede.

Y que ahora soy muy chiquita, pero dentro de un tiempo, cuando crezca, Caro y Jorge, mis papás, me van a leer esta carta. Cuando la entienda.

Comparto la alegría de la primera flor en su hogar. Felicidades!!