No deberíamos quejarnos de la brevedad de algunas cosas, sobre todo si creemos que hasta una estrella fugaz puede ser capaz de conceder un deseo.
- Uno no puede elegir a quién querer, pero sí puede elegir con quién se queda.
- En esa maravillosa posibilidad de elegir, algo se toma y algo se deja. Y nadie tiene el derecho de decidir u opinar qué es lo que pesa más en tu propia balanza.
- Todo lo bueno que se nos ha dado, de nada vale si no está puesto al servicio de los otros. Al fin y al cabo, lo único que dejaremos al partir será la huella en las vidas que hayamos tocado.
- La validez de un razonamiento es independiente de lo verdadera o falsa que pueda ser la conclusión o el resultado del mismo.
- El camino de la razón y el del corazón no siempre conducen al mismo destino; es bueno saberlo antes de empezar a andar.
- Es difícil aprender a decir basta. Pero en ocasiones, es la única palabra posible.
- Cuando expreso “en mi opinión”, estoy planteande algo desde mi percepción de la realidad. La defiendo porque tengo razón. Si alguien me responde lo contrario, puedo decirle : “tienes razón”, porque cada uno tiene su propia visión del mundo y la verdad no es absoluta.
- ¿Por qué nadie me cree que soy tímida?. Lo soy, y diría que bastante. Pero cada vez me enfrento con la timidez. Y ese es el secreto. Enfrentarla.
- He aprendido a no juzgar las actitudes de los otros. Nadie puede saber qué es lo que sucede en la mente y el alma de los demás, en tal o cual momento de sus vidas. Puedo elegir estar más lejos o más cerca de algunas personas, pero ¿juzgarlas? ... es una atribución que no me corresponde.
- La risa es terapéutica.
- Los errores y las lágrimas hacen más ricos los procesos de aprendizaje.
- La verdad no es única, y no es privativa de una persona; voy encontrando las mías, que seguramente serán diferentes a las tuyas. Y las sigo guardando en mis cajones, repasando cada tanto, para reconocerlas y reconocerme en ellas.Más "verdades de la milanesa":
- Cada día sucede algo importante, y a veces lo que parece intrascendente nos puede dejar una gran lección.
- En la inmensidad del tiempo cada vida es un instante, un suspiro, un cuento hiperbreve. Encierra una historia, tiene un final, esperado o no.
- La vida es demasiado corta para perder el tiempo al lado de quien no nos merece. Salvo que el sufrir sea el estúpido recurso para creer que parece una eternidad.
- De lo que nos sucede en la vida, mucho tiene intrínseco una cuota de tragedia y una cuota de humor. A veces se puede elegir con cuál de ellas enfrentarla, y en ese caso, la sonrisa es sanadora.
La amistad nunca debería ser el premio consuelo de un amor imposible.

2 comentarios:
Qué bueno es poder decir lo que uno siente y piensa!!!Así nos damos a conocer tal como somos, sin tapujos ni disfraces.
Pat, me encantó !!!
Besos,
Vivi
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