Hay ocasiones en las que palabras apropiadas provocan un efecto mágico,
logran cambios de actitud, hacen aflorar emociones.

De eso se trata este blog: de convertir ideas en escritos, sueños
en palabras y envolverlos "para llevar"
.

viernes, 3 de agosto de 2012

Reflexiones de medianoche (que se convierten en "verdades de la milanesa")

Fotografía:  radioespinosamerindades.es
El equilibrio del humano está en la administración de las cuotas de sus cualidades, porque no somos un compacto; hay una cuota de cordura y una de locura, una de paciencia, y otra de impaciencia, una de sobriedad, una de discreción, una de amabilidad, una de picardía, una de humor... y así. Por eso, al pan pan y al vino, vino, y una buena administración de esas cuotas.
 
¿Es la sabiduría congénita? No. ¿Se adquiere leyendo o escuchando prédicas? No. La sabiduría es producto de la observación, de cuestionarse, de tratar de ver más allá de lo que se vive, se escucha o se lee. También es producto de la experiencia propia y de las ajenas, de tomarse el tiempo para escuchar y entender al otro. La sabiduría está en nosotros, y si nos despojamos del egoísmo la podremos emplear para dar nuestra cuota parte, nuestro pequeño aporte a por un mundo mejor. 
 
¿Qué respuestas nos quedan después de percibir nuestra realidad, filtrada por la experiencia, la historia, el misterio, la fantasía? En mi opinión, es mejor no conocerlas todas, así tenemos motivos para seguir buscando. Salud, y dulzura, que no falten.

En ocasiones cuando uno cree que todo está perdido es cuando logra realmente encontrarse a sí mismo. Podrá sonar paradójico, pero hay que perder para encontrar.
 
Hay algunas diferencias interesantes entre la felicidad y la razón; mientras que a la primera casi todos decimos buscarla, a la razón casi siempre creemos tenerla. Si opino sobre un tema y siento que tengo la razón, la argumento, la defiendo. Y si opinas exactamente lo contrario ¿sabes qué? También tienes razón; porque tu realidad y tu perspectiva son diferentes de la mía. Por eso, deberíamos tal vez dejar de pelear por tener la razón, y sumarnos, y enfocarnos juntos, en la búsqueda de la felicidad. Salud, sueños y dulzura.

La crítica y la protesta bien intencionadas, son constructivas; la condición es que estén de la mano de una sugerencia, una propuesta, una solución. El abanderado de la queja y del insulto gratuito no aporta a ninguna causa, y poco a poco, va quedando solo en el camino. Y esa bandera debe ser tan pesada...

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